El sector cacaotero, actualmente es uno de los más dinámicos en el agro peruano, debido a su strategia de posicionamiento a nivel nacional e internacional, desarrollada por todos los actores que participan en la cadena; estrategia que aprovecha la diversidad genética existente, donde sobresalen cacaos finos y de aroma como las variedades de cacao chuncho del VRAEM, blanco o porcelana de Piura, Fortunato 4 de Amazonas y demás variedades criollas cultivadas, que son muy apreciadas por chocolateros a nivel mundial.
A esto, se suma el apoyo de instituciones públicas, privadas y de cooperación internacional que vienen contribuyendo con el trabajo de miles de agricultores para la instalación, rehabilitación y manejo agronómico de sus plantaciones. En ese sentido, consideramos que el crecimiento a nivel macro es positivo; sin embargo, estamos convencidos que este crecimiento no va a la par con la mejora en la calidad de vida de los productores.
Consideramos diversos los factores que influyen para que este crecimiento no trascienda a nivel del eslabón primario de la cadena; siendo uno de ellos, el bajo rendimiento obtenido a nivel de parcela, que afecta directamente el ingreso económico de las familias cacaoteras, y está influenciado por: La deficiente calidad del material propagado, las variedades utilizadas en diferentes programas de instalación y limitados programas de asistencia técnica.
La producción del cacao en los últimos cinco años
En los últimos cinco años, se evidencia un crecimiento progresivo en la producción de cacao como resultado de la instalación de nuevas áreas de cultivo, la rehabilitación de plantaciones y la mejora en el manejo agronómico (Podas, raleos y fertilización).
Según el Ministerio de Agricultura, en el año 2011, la producción nacional de cacao fue de 56,499 TM, teniendo un incremento de 25,112 TM con respeto a la producción obtenida en el 2007, que fue de 31,387 TM. Consideramos que estos incrementos en la producción han sido mejorados por:
- La erradicación de cultivos ilegales de hoja de coca y su posterior recuperación e instalación con plantones de cacao en áreas de ceja de selva, ubicados en las regiones de San Martin, Huánuco y Ucayali.
- La participación de los gobiernos locales, regionales y la cooperación internacional, invirtiendo en proyectos que fomentan la instalación de nuevas áreas en las diferentes zonas productoras del país.
- El desarrollo de escuelas de campo, que ha permitido avances en el manejo agronómico del cultivo. Los resultados obtenidos muestran avances significativos en unas regiones más que en otras, sobre todo a nivel de productores asociados y organizados.
No obstante, este crecimiento de la producción nos muestra un sector cacaotero fortalecido; sin embargo, los productores siguen siendo los más vulnerables; ya que de acuerdo a cifras del Ministerio de Agricultura, el año 2011, se ha registrado un rendimiento promedio de 671 Kg/Ha, lo que permite deducir que se sigue teniendo una baja productividad por hectárea, teniendo en cuenta que se está usando clones de alta productividad como el CCN51 que tiene un potencial de rendimiento que supera los 3,500 Kg/ha. Esta baja productividad obedece a diferentes factores como:
La deficiente calidad del material de propagación
Entre los años 2007 y 2011, el incremento del área del cultivo de cacao fue 24,239 Has. (MINAG, 2011), como resultado del cumplimiento de las metas de instalación en los diferentes programas y proyectos productivos operados por la cooperación internacional, programas públicos, gobiernos regionales y municipales.
Nuestra principal preocupación es la procedencia y el material utilizado en la instalación de estas nuevas áreas de cultivos, pues contamos con informes técnicos que reportan parcelas con poca densidad de plantones productivos, como consecuencia de los serios problemas de prendimiento de las varas yemeras; existiendo reportes de casos extremos (Parcelas con solo 40% de prendimiento), lo que indica que, si utilizaron para el injerto 1,111, sólo prendieron 444 varas yemeras. En estos casos muchos podemos aseverar “la falta de compromiso y responsabilidad del productor”. Pero nos hacemos la siguiente pregunta: ¿De dónde se obtuvieron el material utilizado y cuál es la calidad del mismo?
Variedades instaladas
Este artículo, no pretende iniciar una discusión en torno a la utilización de la variedad CCN51, las variedades nativas o criollas. Sin embargo, estamos convencidos que debemos contar con un mapa de zonificación, que indique una distribución adecuada de las variedades utilizadas, y que contemple criterios edáficos, climáticos y biodiversidad; pero, sí pretendemos que los gobiernos locales, regionales y programas del estado continúen promoviendo el desarrollo de nuevas áreas de cacao, respetando los nichos ecológicos y evitando la mezcla de materiales que pueda generar problemas de degradación, por el alto porcentaje de variabilidad genética. Pudiendo traer como consecuencia, la aparición de progenies con cargas genéticas no deseables, incompatibles, de baja productividad y susceptibles a plagas y enfermedades. Situación que nos lleva a plantear una pregunta más ¿Estamos trabajando seriamente en la conservación, manejo y aprovechamiento de nuestra diversidad genética en la producción de cacao? para Agronomes et Vétérinaires Sans Frontieres – AVSF, evidentemente la respuesta es no; pues las principales acciones de recuperación, conservación y utilización sostenible de estos invalorables recursos genéticos, vienen siendo desarrolladas por iniciativas privadas, organizaciones de productores e investigadores extranjeros. Sólo se conoce la participación de algunas universidades públicas, evidenciando una ausencia del Estado en este sector; tal como demuestra la deficiente e imperceptible participación del Instituto Nacional de Investigación Agraria – INIA en estos procesos.
Por otro lado, a pesar del abundante material genético de cacao con que cuenta el país y los esfuerzos de los actores públicos y privados que participan en la cadena entre ellos AVSF, no tenemos ningún cacao con certificación de origen.
Asistencia técnica
El Acuerdo Nacional de Competitividad de la Cadena Agro Productiva de Cacao y Chocolate en Perú (2008), señaló que “los niveles de tecnología son heterogéneos y no corresponden, en algunos casos, a las condiciones naturales de la zona; existiendo limitada asistencia técnica”. Esta consideración no evidencia la evolución favorable en el manejo agronómico del cultivo en los últimos años. Algunas regiones evidencian un mayor avance que otras; sobre todo a nivel de productores organizados; donde la asistencia técnica es desarrollada a través de programas y proyectos implementados por instituciones públicas y privadas que promueven el cultivo del cacao y su buen manejo agronómico como el establecimiento de un calendario de podas, raleos y fertilización.
Sin embargo, los proyectos no reflejan la verdadera necesidad de las distintas organizaciones de productores. Estos suelen depender de un financiamiento y concluyen en un periodo determinado; además, su oferta está focalizada hacia una determinada población beneficiaria y su lógica está establecida por los objetivos planteados para cada proyecto.
Como reflexión final, podemos indicar que nos hace falta una investigación más profunda a nivel de la producción y productividad del cacao y aprovechar el potencial genético que tenemos para beneficio de nuestros productores; así también compartimos la cita del Dr. Lépido BATISTA, consultor dominicano en cacao, autor de la Guía Técnica El Cultivo de Cacao, quien señala: “Un productor de éxito se mantiene al día con los cambios en la tecnología de producción y mercado y debe estar preparado para adoptar con rapidez o adaptarse a mejores sistemas de manejo de la finca. Sería ideal que el productor en ciertos momentos estuviera preparado para realizar sus propias investigaciones y experimentos con ideas nuevas”.