En el marco del proyecto de reforestación financiado por Ecosia y ejecutado por PROGRESO
Desde lo alto de los cerros en San José de Tunas, distrito de Huarmaca, Don Hilario cuida su parcela como quien protege una herencia viva. Con manos curtidas por el trabajo y una voz serena que inspira respeto, comparte una frase que resume el corazón de su labor: “Sembramos para el cuidado del agua”. Esta afirmación, tan sencilla como poderosa, nos recuerda que reforestar es también proteger la vida.
Don Hilario es uno de los cientos de agricultores que, junto a PROGRESO y con el financiamiento de Ecosia, participan activamente en el proceso de reforestación con especies nativas como el aliso. Estas jornadas no solo buscan reverdecer las laderas erosionadas de la sierra de Piura, sino también recuperar las vertientes de agua que abastecen a las familias campesinas y sostienen los cultivos.
El aliso, árbol emblema de esta intervención, cumple un papel clave en la retención del agua, la protección de los suelos y la restauración del equilibrio ambiental. A través de viveros comunales, mingas organizadas y seguimiento técnico, la comunidad ha logrado establecer miles de árboles en campo definitivo.
Este testimonio en video no solo visibiliza el esfuerzo de los agricultores, sino también su conciencia ambiental y su compromiso intergeneracional. Para Don Hilario, sembrar no es un acto aislado: es dejar un legado para sus hijos, para su comunidad y para el planeta. En PROGRESO, creemos que las historias como la de Don Hilario deben ser contadas, porque detrás de cada árbol sembrado hay una vida que cuida, un futuro que se proyecta y un territorio que se regenera.
